No puedo imaginarte a ninguna otra edad. No logro dibujarte con más pelo y menos babas. Es difícil rellenarte la sonrisa de dientes o abrocharte un par de zapatillas en tus pies enfundados en grasa láctea. Eres libre. Desnuda. Un alma al aire.
Esta tarde volveremos a una revisión para que te toqueteen esa cabecita morfológicamente abultada. Ancha, despejada. No es igual a la media, ¿acaso tú lo eres? Tu cabeza es un cohete que apunta al cielo porque desconoce las barreras y los límites. En ti solo existe el aire. Océanos de atmósfera donde disparar brazos y piernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario