Las llaves de casa en el coche. El coche dormido en la calle: en una. Al final entro porque el subconsciente siempre guarda latas (y llaves) por si vienen jornadas crudas. Tiro los zapatos, fuera la capa y dentro la sopa. Una cebolla partida: qué haces ahí. Te recordaba en la mesilla de noche, desepejas la nariz. Hay que volver. ¿En coche? no, que está en el parking. Caminando también se llega. Respiro, camino.Todos los días mueren árboles.
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