Capítulo 1
Perdona que te llamara Alesandra. Tenía la idea de que eras otra persona, no voy a fingir. Te imaginaba como una de esas administrativas de color de las sábanas recién puestas y un par de pecas dispuestas sin ninguna gracia en la cara.
La esperaba a ella. A la mujer trilingüe. Viajera. Culta. Inquieta.
No acerté en nada. Tuviste que repetirme dos veces tu nombre por teléfono:
-Soy Alessia. Alessia con dos eses
-¿Dos eses?
Entonces te tecleé en Google y dejaste de ser un concepto casi idolatrado. "Alessia is a mostly Italian feminine form of the male name Alexius or Alessio".
La nacionalidad suiza es un farol en tu pasaporte. Requiere contexto. Una señal que te identifique como miembro de la etnia de habla romana. Perteneces a ese tercio. Porque tienes más de olivas negras que de secreto bancario. Te remueves bien en la charla fácil, en el tono exagerado. No viniste al mundo para esquiar en el valle Landwassertal de Davos querida Alessia...
Continuará
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