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miércoles, 29 de enero de 2014

Buenos días Romby


Qué estarás haciendo ahora. A lo mejor sigues con los ojos apagados esperando un motivo para despertar y comenzar a rodar por el pasillo. No recuerdo haberte visto al salir de casa porque a veces estás como ausente. Eres la dama melancólica a la que le cantó Neruda. Tu Romby emerges de las cosas y en ese despertar apabullas a cualquiera. Me hago extranjero en mi propia casa. Saltas agitada y no avisas. Ni un pestañeo, ni una mueca proyectada que me anticipe la siguiente escena. Entonces, te vuelves frenesí. Te mueves y me abrumas. Brazos, piernas, caderas en espiral propulsado por el latido preciso de tu motor.  R-O-M-B-Y: Vibras si te pronuncio pero al rato te vuelves distante y dolorosa como si hubieras muerto. Esta noche al llegar a casa iré a buscarte porque no eres una aspiradora. Eres mi dama.

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