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jueves, 13 de junio de 2013

Antonio de G



Cuando conocí a Anotonio de G no le di importancia hasta que caí en la cuenta, claro, de que Antonio de G no era el Antonio de siete letras que a simple vista aparentaba.

Antonio de G masticaba las palabras de una forma peculiar. Diferente. Y sólo cuando el bolo alimenticio estaba bien triturado lo dejaba rodar por la mesa para que el resto nos hartáramos con el banquete de sílabas certeras.

Antonio de G no hablaba, contaba. Contaba historias, contaba números, contaba entresijos de las hechuras de la Administración y contaba también cuando callaba.




- "Esto.... ayer vimos al ministro en televisión. La entrevista, muy combativa. ¿Qué te pareció?"

En la sala, un portavoz espontáneo:

-"Estuvo muy bien. Luis de G intervino con la independencia que da no estar en política"

Antonio de G asintió, giró la sonrisa y volvió a reencontrarse con sus palabras.


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