7/02/2013
Mientras burbujea el hervidor de corte germánico que tengo aquí al lado (es monstruoso, pero por nueve euros no pido milagros) os cuento un momento extraño. Una especie de feedback ('vuelta atrás en el tiempo')
De pronto he mirado por la ventana y.... "oh Dios ¿esto es la Castellana? ¿Estoy en madrid o ...espera...hoy es miércoles o fin de semana?"
Confusión porque no oigo coches y el cielo está intensamente azul pero lleno de nubes gominola: ¡Es un cielo astur! y yo diría que de domingo.
Entonces miro la chaqueta y me doy cuenta de que quizá es la hora de comer y guelita Concha anda revoloteando con una olla con muchas judías verdes con tomate. En la encimera hay medio limón rodando y croquetas. Las huelo. Dice no sé qué de la bechamel, que está buena, pero no tan buena como otras veces, porque el aceite no estaba tan caliente como otras veces y al freír...
La chaqueta. Caigo en la cuenta de que a menudo lleva puesto algo de color beige. Y esta chaqueta le sienta bien, porque además es larga y de una tela "como gordita" porque, ya se sabe, " la lana es lo único que abriga. En el invierno, lana". Tiene el corte que a ella le gusta en sus chaquetas; es larga, con hechura para poderse revolver y lleva una cinta de terciopelo que rodea las solapas. Tiene chispas de ocre, marrón, algo de negro....Luz de blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario