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miércoles, 10 de abril de 2013

Súper A

21/03/2013

Amparo es un nombre muy español y a ella solo le falta llevar una peineta con un clavel rojo. Aunque ahora que lo pienso , tampoco le importaría ponerse un tiesto en esa cabeza refinada que le corona el rictus.

Amparo es rara. Esta mañana me ha recibido de negro. Vestido XS por la rodilla, medias de neopreno ( con un toque de fulgor) y esos tacones tan suyos que no desdicen en su metro cincuenta y cinco.

Amparo se pinta la boca de fresa porque juega a ser una niña que taconea con alma de mujer. Lleva mas de diez años trabajando aquí, pero no se arruga. Tiene un pacto con el tiempo pero por encima de todo con ella misma

" Sabes por qué me he puesto botox? Porque anulé mi boda un mes antes de celebrarse, llegué a separarme otra y finalmente tuve que echar de casa al supuesto amor de mi vida. Y después de esto , pensé: Amparo, sé sincera, si tú lo que quieres es hacer lo que te da la gana. Disfruto trabajando como una bestia. Me gusta este trabajo tan de picos , tan intenso.... Pero siempre con buena carta. A mi la cara que no me la quiten, que me ha costado una pasta"

Y me lo cuenta así, de frente, mientras me tiende despreocupada su mano. La mano de amparo está llena de surcos, llena de ríos de vida que fueron o pudieron haber sido...

Pero eso ahora qué más da.



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